Magia (o cómo convertir un Jueves anodino en fin de semana)

Como hay muchos tipos de magia, hay muchos tipos de magos. Hay gente que transforma el agua en vino, que hace desaparecer la estatua de la libertad o que adivina números de lotería.
Yo no aspiro a tanto, sólo soy una aprendiz que no le llega a Harry Potter a la suela de los zapatos. Pero hoy, he jugado a hacer magia y no me ha salido del todo mal, claro, que he tenido mucha ayuda.
¿Quereis saber lo que ha sucedido?
He convertido el Jueves en fin de semana!!!!!!
Lo que aparentaba ser un día más de trabajo aburrido, se ha transformado en algo guay. Esto es lo que he hecho:
Despertarme al ladito de Soidemersol, y estar media hora despierta en la cama antes de levantarme. Echarle un morro increible y trabajar muy poco, y cuando digo esto, no me refiero a estar delante del ordenador navegando en vez de trabajar, no!! Me refiero a largarme de la oficina y no volver en todo el día.
Llamar a Soidemersol por sorpresa, pasarle a buscar y darnos un paseo a la orillita del mar, comer juntas en una terraza una comida buenísima (especialmente la ensalada con foie y salsa de arándanos) con el mar de fondo y dar otro paseito disfrutando del día soleado.
Me ha parecido una pasada.
¿Cómo no voy a levitar?