Me ha alegrado mucho leer un nuevo post de Soidemersol, siempre me ha gustado su blog, y si además de vez en cuando habla maravillas de mí, me gusta mucho más.
Yo ahora sólo escribo por vanidad. Me gusta que mi amigas y un montón de desconocidos entren cada día a leer mi blog. Sé que suena un poco egocéntrico pero no puedo evitarlo, es así. Además, esta nueva sensación de que la gente me odie y piense que soy lo puto peor y que pese a todo eso me lea y me deje comentarios insultándome, no hace más que alimentar mi ego y mi vanidad. Me parece gracioso. Bueno, no penseis que me alegra la situación porque les aprecio pero nada tengo que reprocharme.
Nunca he pretendido llegar a ningún sitio. Nunca he pretendido ofender a nadie con mis post pero si lo he hecho no es culpa mía. Me limito a contar cómo vivo las situaciones cotidianas.
De todos modos me parece un poco cobarde que alguien no quiera cogerte el teléfono y luego entre aquí a insultar amparándose en la libertad que da internet.
Con este post dejo zanjado el tema de Klimt y aquella noche. Yo escribo lo que vivo, guste o no guste a los que me rodean.